En el curso de su periplo por el pasado, nuestra intrépida reportera espacio-temporal Eukene Etxebarria recaló la pasada semana en el Trinity College de un Oxford de varias décadas atrás. Su nueva víctima: el insigne Evelyn Waugh, autor del inolvidable Retorno a Brideshead.
En esta ocasión, no tuvo que desplegar Eukene sus poderosas dotes de persuasión a fin de obligar al inglés a la lectura de La Estrella. Bastó con que le mencionara el futuro que le deparaba a su preciosa isla tras el final del imperio y la pérdida de las colonias para domeñarlo y predisponerlo a unas horas de fino entretenimiento. El nombre de Thatcher todavía hace milagros e inspira Decadencias y Caídas…
Y noticia bomba: el fallecido literato encontró (o, más bien, reencontró) auténtico placer sumergiéndose en las páginas de La Estrella. Tanto que convidó a Eukene a una copiosa merienda de negros en señal de agradecimiento. Solo a los postres se atrevió ella a confesarle a él que el apellido de su protagonista, Waugham, era una homenaje a su persona tanto como a la de su contemporáneo Somerset Maugham.
Waugh + Maugham = Waugham, calculó el laureado mentalmente. No quedó muy satisfecho por el resultado de la adición, al parecer, pues salió pitando en dirección al excusado dejando a nuestra reportera con el solo recuerdo de la fotografía que le permitió tomar antes de la indigestión. A tu salud, Evelyn, y gracias por tus apócrifas palabras.